lunes, 4 de julio de 2011

el blog de ahora

www.masdeliriospsicoticos.blogspot.com/
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ese es mi blog de ahora
no es de cine como este, pero está más actualizado xD

viernes, 9 de abril de 2010

"Documental"

filmar es como acariciar la realidad...

sábado, 6 de febrero de 2010

WELLS, H. G. El país de los ciegos

WELLS, H. G. El país de los ciegos
La historia transcurre en un fértil y apacible valle andino en el que se asientan unos colonos que pronto han de enfrentarse a una terrible desgracia (o maldición): todos sus hijos nacen ciegos.
Debido a la explosión de un volcán, el lugar queda aislado del mundo exterior y tras muchas generaciones de ciegos, todo recuerdo de un mundo exterior se desvanece y el país acaba convirtiéndose en una leyenda. Pero un día sucede lo impensable, un montañero de Quito perdido entre las montañas consigue llegar al país de los ciegos. Pronto sus ansias dominadoras se despiertan, su visión le hace aventajado frente a los ciudadanos del valle que acaba de descubrir y no duda en planear un golpe de estado que le ponga al frente de su nueva ciudad. Si en el país de los ciegos el tuerto es el rey, también debería serlo un vidente.
Pero cual será su sorpresa al descubrir que no será nada fácil imponer su ‘visión’. En un lugar organizado económica, social y culturalmente para ciegos, sus capacidades videntes resultan inútiles. Torpe en las costumbres del país (que incluyen, por ejemplo, dormir de día y trabajar de noche), el conquistador resulta ser simplemente un ciego más, pero sin habilidades. Para ellos poco más que un niño sin formar que no sabe lo que dice, un salvaje sin civilizar que cuenta extrañas leyendas sobre algo que no existe, algo llamado visión.
Si quiere sobrevivir en el País de los Ciegos, nuestro colonizador tendrá que aceptar sus normas, su cultura y su fe, o, de lo contrario, abandonar el lugar. Su ‘don’, que debería hacerlo superior al resto, en un mundo diseñado para ciegos no sólo no le sirve, sino que lo convierte en un ser inferior. Una enfermedad que no le deja ser como los demás, y a la que tendrá que renunciar si quiere integrarse.

jueves, 23 de julio de 2009

¿por qué?

¿por qué me habré aburrido de escribir aquí?

martes, 21 de julio de 2009

"[...] en el estudio de cine el mecanismo ha penetrado tan hondamente en la realidad que el aspecto puro de ésta, libre de todo cuerpo extraño, es decir técnico, no es más que el resultado de un procedimiento especial, a saber el de la toma por medio de un aparato fotográfico dispuesto a este propósito y su montaje con otras formas de igual índole. Despojada de todo aparato, la realidad es en este caso sobremanera artificial, y en el país de la técnica la visión de la realidad inmediata se ha convertido en una flor imposible" - Walter BENJAMIN, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica.

sábado, 25 de abril de 2009

Escrito desde mi amor a la cinematografía

Reciclando escritos...
El otro día en la u nos hicieron escribir sobre el porqué estudiábamos lo que estudiábamos. A esa interrogante suelo responder "Lee mi blog y sabrás porque estudio lo que estudio, cada día tengo razones (o sinrazones) diferentes", intentando evitar una respuesta que involucra algo muy personal que me cuesta expresar.
Pero teníamos que escribir, y no podía dar una respuesta-sin respuesta como esa, así que escribí:


ESCRITO DESDE MI, SOBRE MI DESEO DE ESCULPIR BLOQUES DE TIEMPO.

Estudio cine porque un instinto vital, que a veces se transforma en angustiosa necesidad y otras en alivio, me lo indicó y sigue haciéndolo. Primeramente fue un impulso irracional...
Si hubiese estudiado pedagogía sería un profesor, si hubiese estudiado sociología un sociólogo, psicología un psicólogo, biología un biólogo, etc. Cada una de estas áreas me apasionan, son fragmentos de una totalidad, que es la vida, pero no podría quedarme con solo una... No podría haber estudiado una "logía", porque mi yo hubiese quedado empaquetado dentro de un marco reducido de esa totalidad abismante que solo la macro-conciencia del cine puede percibir y transmitir, a través de sus fragmentos (de las películas)
Porque veo el cine como un universo conformado por miles de microuniversos, que en concreto son las culturas, las visiones de autor (concientes o inconcientes, individuales o sociales, visionarias o históricas).

El cine es reflejo no solo de un mundo físico escrito por medio de luz impactando en su fotosensibilidad, sino que es reflejo de una realidad metafísica que supera la conciencia del hombre.
Es reflejo de este mundo, de mundos que ha creado el hombre y de otros que lo preceden y controlan, superándolo
El cine es una cosa concreta-abstracta, como la vida. El cine es una cosa metafísica que se proyecta de mil formas en un plano físico y acotado (en películas). Como en la noción platónica del mundo, donde lo físico es producto del reino infinito e imperecedero de las ideas (pero omitiendo el aborrecimiento platónico de la realidad física, sin la que, según yo, no podría existir lo metafísico, pues son dos caras de una misma moneda). La película funciona a modo de puente con una verdad que está dentro y fuera de ella...
Eso es el arte. La creación de un objeto que intenta aproximarse a esa realidad misteriosa y escondida en cada cosa, una realidad repleta de universalismos y de fenómenos que significan.

También estudio cine porque soy un espectador. Cada director tiene una mirada hacia el mundo, ese mundo que supuestamente compartimos y existe fuera de nosotros. Lo que hace una película es un esfuerzo por internarnos dentro de esa mirada, separando momentáneamente al espectador de su yo, de su mirada. Como dije, el cine intenta mostrarnos ese mundo que está detrás de lo aparente, de lo superficial. A veces suele fallar en su intento ante nuestras limitadas conciencias, pues la gente suele creer que para ver cine solo basta con mirar. Y luego salen del cine diciendo que la película era mala, siendo que en realidad no vieron nada, solo miraron superficialmente las imagenes esperando "que hablarán" por si solas. Muchas veces su complejidad, al ser como la vida, nos exige ciertos estados de conciencia. En mi caso es algo que solo en un cine oscuro y en silencio, en una buena posición y en un estado físico y mental calmo puedo conseguir, sin ruidos externos o mentales. Todo esto para abstraer el mundo exterior, abstraerme de mi vida antes de entrar en la história, en esa diégesis, en ese trozo de realidad.

Y sobretodo estudio cine porque amo al ser humano y veo en él una fragilidad hermosa recubierta de apariencias y mentiras que no impiden que se deje ver su desnudez.

Yo, al igual que todos y cada uno de nosotros, enfrento esta vida con una mirada, una subjetividad. Pero mi visión aun es nebulosa, no es expresable en imágenes concretas. ¿que tengo yo que decir? Aún no lo se muy bien. Sea lo que sea, aún se encuentra fuera de foco por lo que no es momento de apretar Rec



PD: Tengo que decir que me puse muy nervioso al leerlo. Algunos saben porqué. Me pone nervioso internalizarme dentro del cine mismo, mi relación se funda en pilares ambiguos no racionales, pasionales. Es un amor quebradizo, frágil, poco concreto, pero al mismo tiempo inmenso. El cine me supera, porque lo siento tan próximo a lo existencial. Por eso me fue inevitable reiterar una y otra vez las ideas, mi mente se confunde, llego a sentir miedo. Seguramente me pasa algo parecido a lo que le ocurría a Bergman al pensar en la muerte. Tiembla mi existencia...

domingo, 5 de abril de 2009

"Dejame que pinte"......Sacado del Diario de una Sardinita Chamuscada

Primero disculpen a los que llegan a mi blog buscando "cine", que es lo que suele haber en este rincón ciberespacial. Pero hoy quisiera compartir un poema de una amiga que conocí a través de este espacio. Ella sabe que no me gusta mucho su forma de escribir, al menos lo que he leído en su blog, pero este poema en especial me gustó muchísimo por que me trajo muchas imágenes a la mente. Y me gustan las personas que hablan con imágenes.

Gracias al poema la vi a ella pintando sus cuadros, que aun no conozco, pero pude sentirlos a través de sus palabras.

Es un poema con impulsos de rebeldía, de deseos y anhelos. Es un poema que no hace nada más que desear hacer algo, que declara intenciones donde fuerzas oscuras no las dejan avanzar.

Es una epopeya de profundidades líricas, espirituales. Sin embargo está escrito en un clima de calma, de templanza, bastante admirable dado la situación horrible del soporte vacío que debe ser llenado. No hay espacio para la angustia del tiempo o la del mártir. Solo el valor del que siente en su vida la responsabilidad de cambiar las cosas y del que se siente una herramienta útil para el cambio.

Les dejo sus palabras en mi blog, las que copie y pegue (con autorización) de www.sardinachamuscada.blogspot.com:


DEJAME QUE PINTE

Déjame que pinte un cuadro,

sobre un soporte formado por palabras.

Por palabras que protesten, que sueñen

y declaren intenciones.



Déjame que pinte un cuadro,

con las manos de aquellos que no las pudieron levantar.

Tan siquiera por defenderse.



Déjame que pinte un cuadro,

en el que, las veladuras dejen una estela de paz.

Y los fondos reflejen sus miradas inocentes.



Déjame que pinte un cuadro,

dónde las manos interesadas en dejarlo gris,

no tengan nada que hacer.

Y las miradas injustas y egoístas queden al verlo,

ciegas.



Déjame que pinte un cuadro,

en el que su textura deje acariciar,

las almas que quedaron heridas,

por ignorantes culpables.



Naiara Saénz-López


Lo que más me gusta es que te pude imaginar a ti, Naiara, como futura pintora.

domingo, 15 de marzo de 2009

TITULO 6 ¿Quién mató a la llamita blanca? Rodrigo Bellot

Vuelvo a este ya desolado rincón ciberespacial después de poco más de un mes de viaje mochilero al norte de Chile (San Pedro de Atacama) y Bolivia (Cochabamba y La Paz). Vuelvo a escribir después de un mes de puras vivencias y pensamientos sin registro físico, ni fotos ni letras, pero que han engrandecido mi metafísica alma.
Tuve la suerte de conocer a una escuela de cine Boliviana, "La Fabrica", que produjo esta película, cuyas gentes me mostraron y enseñaron su cine, y yo vengo a contarles un poco lo que aprendí de este infinito micro universo (aprendí y conocí solo parcialmente aquella infinitud, pero alcanza en una entrada de blog)



El cine, como forma de expresión de cultura, cambia con ella, moviéndose como se mueve la psiquis de las sociedades.
El cine latinoamericano está cambiando -y desde hace mucho- tal como cambia la misma Latinoamérica. El sincretismo es evidente, y las fuerzas culturales chocan y modifican a las masas de la misma forma en la que el viento, las aguas y otros factores han modificado la corteza geológica de nuestro planeta, valles y cerros, colores y formas. No podemos ser inmediatamente concientes del cambio, que se da de forma gradual. Es cierto que a primera vista estos cambios nos parecen lentos, pero cuando contemplamos su magnitud nos parecen rapidísimos...
De aquí nace un debate ético sobre el tema de las culturas y sus cambios. Es mirado desde el punto de vista de dos éticas diferentes producto de las mismas dos grandes culturas iniciales, que colisionaron hace más de 500 años en estas tierras y que aún chocan. Nuestros antepasados, nuestros muertos, ¿viven en nosotros? ¿Viven en nuestras tradiciones, ya que éstas provienen de ellos?. Y si cambiamos nuestras tradiciones, ¿ellos mueren por nuestros cambios? ¿Entonces es o no correcto romper con nuestras tradiciones, con nuestras creencias, con nuestros estilos cinematográficos, con nuestras etnias, desplazadas por la conquista cultural europea?, ¿hay que pensar esto o simplemente cambiar y ser? ¿Hay una cultura, o rasgos culturales mejores que otros?

y…¿Quién mató a la llamita blanca?
El eje central de esta comedia (que se presenta más bien como excusa para contar un sinfín de historias y de costumbres sociales, nuevas y antiguas) es la historia de una pareja de “maleantes”. Un tanto ingenuos, Jacinto y Domitila son presentados irónicamente como héroes, representantes del bajo pueblo huérfanos de padres y madres, y con ello de identidad y moral. A estos personajes sin pasado ni futuro se les presenta una misión que podría cambiar sus vidas: trasladar 50kg de cocaína a la frontera. No saben que están siendo utilizados como señuelos para captar la atención de los medios y de la policía. Son perseguidos por “una pareja poco dinámica” de “Las fuerzas especiales de la lucha contra el narcotráfico” (bastantes especiales, por cierto, por ser igualmente ingenuos que los fugitivos). Lo que realmente quiere hacer la película es llevar al espectador por un paseo por la diversa Bolivia, a modo de road movie. El narrador nos explica ese paseo como si fuéramos turistas en tierra extraña y nos lo traduce tanto léxicamente como culturalmente, contándonos cómo son las cosas.

Sincretismo cinematográfico...

La película es en sí prueba de los cambios culturales en Latinoamérica, ya que está influenciada -sin menospreciarla- por el estilo americano más hollywoodense. Es sincretismo cinematográfico que no sólo está en el guión, sino también a nivel semiológico, en la forma de hacer cine y de entender la imagen (pistolas, historias aceleradas, humor negro, personajes caricaturescos y clichés, etc.). Detrás de ésto, mas allá de la forma, muestra un trasfondo evidentemente crítico e ideológico respecto a la gran estafa a la que esta siendo sometido el pueblo Boliviano desde hace siglos, anunciando y exigiendo un cambio que tiene necesariamente que nacer de los mismos individuos, dispuestos a romper su complicidad. No es una película meramente crítica sino que es autocrítica, y eso se siente… Esa misma autocrítica paradójicamente genera unidad, critica ese mundo fragmentado que no debería estarlo.

El sincretismo sigue, dentro de la película, en todos los niveles semiológicos. El rock se mezcla con la música tradicional, los planos y su duración son frenéticos y contienen mucha acción, como dijimos, bastante americanizados, sin dar lugar a la contemplación ni a la estética neorrealista característica del cine latinoamericano tradicional. El montaje es delirante y la edición está ultra utilizada, generando un caos intencional que exacerba el frenesí de la persecución sobre la que gira la historia.

No sólo la historia y la forma en la que se cuenta es caos, sino que toda Bolivia lo es. Todo es contradicción, pobreza-carnaval, racismo interno, confusión, políticos corruptos. Irónicamente los traficantes utilizan los trajes típicos como disfraces para pasar desapercibidos de acuerdo a cada lugar (¿uno, el turista iluso, no puede confiar del indígena que está al lado tuyo?). Se atomiza con superficialidades provenientes del exterior, concursos de miss y mister Bolivia, costumbres que irónicamente llevan el título de civilizadas. La religión católica es criticada, considerándola como simple adoración de figuras de yeso sin espiritualidad religiosa, que no salvan a nadie pero prometen salvación al pueblo.

"Estos serían los tres regalos para el pueblo: la incertidumbre, la hipocresía y la impotencia"

En medio de ese caos social y gracias a él, los poderosos ("gringos" narcotraficantes y cínicos enriquecidos a costa de "la blanca", políticos corruptos abusadores, etc.) se ven beneficiados, aprovechándolo para invisibilizarse y mantener sus privilegios.
La película se burla constantemente de ese caos sin sentido. El núcleo caótico en el que se focaliza es en la división étnica, la discriminación racial interna y de costumbres entre cambas y collas, movidos por las diferencias culturales y por sus respectivos roles económicos. Es la Bolivia dividida en dos: unos que se creen más civilizados por ser más mestizos y además poseer gran parte de los recursos de riqueza natural, y los otros, de sangre más indígena, que poseen una riqueza menos tangible proveniente de sus valores culturales.

Al final de la película, en ese mundo caótico e incomprensible, nace un llamando a romper con la pasividad y la complicidad que permite a las clases dominantes estar donde están. Ellos están allí porque el pueblo (representado por Jacinto y Domitila, junto a los dos policías que los persiguen) se deja dominar, porque se fragmenta en rivalidades sin sentido e intentan sobrevivir aislados, cada cual como puede, cumpliendo los roles que los mismos poderosos les hacen cumplir. El mensaje queda claro en la escena en la que la pareja de pobres narcotraficantes (que a lo largo de la película se muestra cómo están siendo utilizados y presionados socialmente para delinquir, producto de un pasado sin oportunidades) apuntan con sus pistolas contra los dos policías también armados que los perseguían. Los policías eran, justamente, un camba y un colla que poco a poco habían aprendido a quererse. Domitila los encara con que trabajan para una institución aprovechadora que finge proteger pero que por detrás permite el tráfico de armas y drogas. "En este país no somos nadie, para servir a los jailones nomás nos utilizan, dense cuenta, sirviendo a la autoridad, ¡qué autoridad carajo! ¡Los están usando y a nosotros también!... todos se lo llevan los jerarcas.. los únicos que se enriquecen son los de arriba... nosotros sólo queremos trabajar!...".

Una vez, hace mucho tiempo, leí una frase de Antón Chéjov que quedó marcada en mi y se presentó en reiteradas ocasiones en mi mente a lo largo de mi viaje, cuando escuchaba las historias de los hombres de las tierras del norte: "Escribe de tu pueblo y serás universal". Es cierto. Esta historia no es sólo de Bolivia, en esencia es la de toda Latinoamérica, cada país es un matiz distinto de la misma historia. Pero eso ya da para otra entrada…

y por último…. Que viva Bolivia carajo!! Latinoamérica unida! uni de uno...
Y muchas gracias a mis amigos de allá, especialmente al seta y al nacho que me acogieron, recibieron y me dieron mucha, mucha, mucha comida... extraño las salteñas!!

jueves, 29 de enero de 2009

Cine y violencia, Cine y no violencia activa

Después de tanto tiempo vuelvo a mi pequeño rincón del ciberespacio, para volver a escribir sobre los bloques de tiempo eternizados. Ellos me han mostrado cosas que no he visto en este mundo, que es de tiempo disperso, desordenado, confuso. Las películas y los relatos en general sirven para ordenar la realidad y así hacerla más entendible. Pero, parafraseando una idea de Román Gubern, es cierto que el hombre ha creado el cine, pero es el cine el que está haciendo al hombre de hoy. Muchos temas que han perseguido al hombre desde tiempos inmemoriales es el de la violencia, fuente evidente de conflicto dramático.

Desde sus inicios el cine ha mostrado a la violencia como algo muy natural, desde Griffith en "El Nacimiento de una Nación"(anti-negros, Ku-Klux-Klan) y Eisenstein (la revolución violenta contra el zarismo y la iglesia) en forma de ideología belicista, pasando por los westerns tan populares hasta hoy en día, en que los indios eran asesinados, mientras que fuera de la ficción eran, de la misma forma, brutalmente exterminados, pero incluyendo las partes denigrantes.

De hecho, es bien sabido que gracias a hollywood el cine cuyo motor es la violencia se a masificado. Es el tipo de cine en el que el héroe es una suerte de elegido que posee el poder moral de erradicar el mal encarnado directamente por "los malos", el enemigo al cual hay que con nobleza matar, encarcelar, escarmentar y castigar. Siempre es la violencia, supuestamente utilizada con astucia y justicia, la que sirve para que el conflicto se desenvuelva para alcanzar el happy end. Si bien no es posible determinar en que medida el cine ha influenciado en la “naturalización de la violencia” es muy probable que la haga consolidarse retroalimentándose dentro de nuestra cultura
Una de las leyes morales del hombre occidental nos dice que existe una violencia buena y otra mala. La violencia buena es aquella que han proclamado innumerables lideres a lo largo de la historia, seguidos por individuos convencidos, para exterminar a los "violentos malos", que a su vez se piensan a si mismos como "violentos buenos". Sin duda que esta situación es analogable al tipo de películas hollywoodenses del tipo violencia blanca vs violencia negra

Pero cada vez nos vamos más a extremos. Tarantino, Cronenberg, violencia explicita y tortuosamente sádica, o la de Gaspar Noé que tiene un tono morboso y casi pornográfico. Pero este es otro tema pues la utilización de la violencia tiene un componente estético a considerar que da para otra entrada, y que personalmente me atrae
Cada film, determinado por la moral del periodo histórico y cultural en que es escrita, toma la violencia desde un enfoque diferente. Unos como medio para entregar un mensaje, o para impulsar una ideología, otros por la violencia en si misma, para provocar, estimular, etc. Como en el cine gore, expresión cúlmine de la violencia explícita, masoquismo visual, la superficialidad de la violencia, la violencia como necesidad. La llamada "naturalización de la violencia" es un hecho, muchos ya han perdido la repulsión a la violencia y no se han dado cuenta.

La forma más evidente de lucha social audiovisual son los documentales, aplastados la mayor parte de ellos por la lógica industrial de consumo, aunque poco a poco han logrado sobrevivir en rentabilidad económica al adicionarles un poco de humor tomando con ironía las estupideces del sistema, al estilo Michael Moore, lo cual incluso ha logrado ser más efectivo. El cine documental, a diferencia de otro tipo de documentalizaciones, tiene la ventaja que es socialmente aceptado que posea un punto de vista determinado. El cine social también a servido a la concientización de estos temas. El cine muchas veces fue un espejo para el pueblo y el proletariado, como ocurrió en el periodo del neorrealismo italiano en el que las injusticias sociales fueron puestas en evidencia por grandes directores. Cine de denuncia, en contra de los maltratos universales y la discriminación, el abuso, cine antibelicista, etc. Sin duda el cine es uno de los principales métodos de lucha no violenta.
Desde mi punto de vista la indiferencia social también es una forma de ejercer la violencia. No ver, y en consecuencia no hacer nada en contra de la violencia social, económica, de discriminaciones o ser testigo pasivo de violencia psicológica. Pronto habrá una gran marcha que atravesará el planeta con el fin de generar conciencia sobre este tema, una marcha por la paz y la no violencia que ya se está construyendo a través de iniciativas personales. En esta marcha no hay caras, no hay líderes. Mundo sin guerras, la organización que impulsó esta marcha, sirve como coordinadores, pero las iniciativas y las acciones las ponen los individuos y las instituciones, todos podemos ser participes. Desde mi punto de vista esta es la oportunidad de que todas las instituciones y personas que intentan hacer de esté un mundo mejor empujen al mismo tiempo, hacia el mismo lado, sin importar las diferencias políticas, ni las ideológicas, todos convergiendo en el mismo punto. A mis poquísimos lectores, los invito a participar o al menos a informarse ya que esta marcha está creciendo a pasos agigantados, y si es posible reflexionar en sus respectivos blogs sobre este tema. Aquí está la página www.marchamundial.org y la de Chile, www.marchamundial.cl

viernes, 19 de diciembre de 2008

TITULO 5 Idioterne (Los idiotas)



Sin artificios ni técnicos ni narrativos, esta película nos muestra una alegoría sobre la felicidad, en clave Dogma 95. Es una estupidez revolucionaria, una forma de lucha que va desde el trasfondo hasta la forma aparentemente más superficial. Uno es libre gracias a las limitaciones que uno mismo se impone, como diría Lars y sobre esta base a jugado y continúa jugando, sobre nuevas formas de hacer cine que le son propias.

Y así nace IDIOTERNE, Dogma #2
La historia cuanta algo así. Un grupo de jóvenes se junta para divertirse fingiendo ser enfermos mentales incomodando y provocando a otros humanos con su estupidez, burlándose de ellos y de su supuesta lástima. Se centra en el nuevo integrante del grupo, Karen, mujer introvertida. Se nos presenta con su tímida sonrisa y sus afligidos ojos que parecen esconder un secreto, una angustia que no le permite vivir. En ese estado se encuentra con Stoffer haciendo del idiota y a Sussane, que le da un amor como se lo daría una madre. Así vemos en todos los personajes un rasgo que no les permite ser libres, cuando son normales, pero que existe algo en la idiotización que si les permite serlo. Vemos a Stoffer, líder del grupo, que vive la catarsis en sentido de lucha social y conciente de que así se pueden desahogar los sentimientos más profundos y los deseos reprimidos. A través de unas entrevistas en donde los personajes se sinceran a la cámara nos damos cuenta que a pesar de esto no saben muy bien porque hacían el idiota, y muchos lo consideraban mera diversión

Ser idiota no es tan idiota como en un comienzo parece, solo un juego. Cuando entras a un juego tienes que ser otro, vivir dentro de nuevas reglas, como en un nuevo espacio y tiempo. Siempre ese otro tendrá algo de ti mismo, es imposible alienarse por completo, y el personaje en el que uno se convierte al iniciar el juego no es más que una deformación de tu propio personaje, el encuentro de una nueva personalidad o la expresión de un "yo" en estado latente.

¿Y en que consiste este juego, el "hacer el idiota"?
Es destruir la mente que nos estructura, deformarse no solo en lo físico, sino también en lo psicológico (en lo lógico de lo psicológico) y en el actuar
Ser impulsos y sensaciones
Sentir el mundo de otra forma
con una hipersensibilidad irracional
Es liberarse totalmente de las ataduras de una sociedad superestructurada
Anarquía absoluta
en contra de los principios sin sentido de los buenos modales
de la moral sexual que limita nuestro placer biológico hedónico
Ser idiota es ser esencia misma, única y personal

Es descubrir y expresar, por lo tanto, todo nuestro sufrimiento, alegría, apegos y desapegos por la vida, sin los estúpidos filtros que siempre nos ponemos y que nos impiden ser nosotros mismos. La ruptura de la mala fe de la que hablaba el filósofo existencialista (y poliamoroso) Jean Paul Sartre, que es el fenómeno de la negación de la libertad en pro de la cosificación del hombre (como el micrero que no saludamos ya que es objeto inerte y no un ser humano).
Los filtros más poderosos que nos limitan son el miedo al fracaso, al ridículo y a perder cosas que en realidad no tienen un sentido lógico. Esta película tiene un poco de nihilista en ese sentido, ya que se plantea que lo único que queda por hacer es ser un idiota en un mundo deshecho por convenciones estúpidas que no tienen un verdadero peso. Son las institucionalidades más cercanas, la familia y el trabajo, las que más nos limitan dentro del marco del deber ser. Es aquí donde el idiota es un verdadero revolucionario, y eso lo entendía bien Stoffer, quien luego de ver que el verdadero sentido de los idiotas, como él los había pensado, se estaba perdiendo, desintegrado por la poca capacidad de sacrificio de sus integrantes, encuentra una manera de poner a prueba para ver si efectivamente esto era así. Sacar sus idiotas interiores en momentos de la vida cotidiana, la familia o el trabajo. Aquí, en el final, el relato se une con su comienzo. Karen es la única que decide hacerlo. Decide enfrentar a su familia, volver a casa, de la cual había escapado por algo que la atormenta, la muerte de su pequeño hijo, y hacerlo frente a ellos, sacar orgullosa su idiota interior... La idiotez le satisfizo esa necesidad de afecto que le fue desprendida y a modo de gratitud se enfrenta a su propia vida a modo de idiota
La idiotización le permitió transgredir las barreras de individualidad que la habían dejado sola, amar y destruir las responsabilidades adultas, ser una niña, mirar la luz del sol entrando por su ventana, y descubrir ahí su felicidad.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Silencio

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martes, 2 de diciembre de 2008

Microuniverso 1:Ingmar Bergman . . . . . . . . . . . TITULO 4 El huevo de la serpiente

Lo que nos distingue de los animales es que hemos creado nuestra propia forma de ser, nuestras propias leyes, nuestra cultura. Podemos adoptar las más diversas formas de supervivencia, formas que salen de lo que es natural. Pero algo muy extraño sucede con esto. Esas mismas formas de conducta social que vamos creando lentamente a través de los siglos se nos empiezan a naturalizar y creemos que son ajenas a nosotros, designios naturales o “divinos”. Vemos la violencia, el egoísmo y la individualidad como inseparable del hombre, pero la mente es en realidad plástica y moldeable. Es increíble toda la complejidad psicosocial que hemos creado, capa tras capa, que nos impulsa a actuar de una determinada manera, para luego no poder entender porque hacemos lo que hacemos. El problema es que somos solo parcialmente concientes de los efectos de nuestras decisiones, dependiendo de nuestra especialidad. Solemos ver que para una decisión existe un determinado efecto, siendo que en realidad siempre son múltiples. Pensar que el ser humano es y siempre será así es un error, ¿no podemos ver más allá de nuestra corta existencia? Debemos tener otra concepción del tiempo, para diferenciar el comportamiento biológico del comportamiento social.
Pienso que la mayor parte de nuestro comportamiento es sin embargo social (aunque el señor Freud diga lo contrario). Lo que es capaz de hacer un hombre por dinero por ejemplo, dependen de los atributos sociales que se le dan a ese u otro objeto. La cultura marca la forma de ver, de sentir y de moverse en el mundo y se va desarrollando y entrando por osmosis en la vida del ser individual. Lo que es capaz de hacer el hombre por odio, o por amor, dependen de su cultura, que por supuesto nacen de una deformación de la primera capa que es natural (amar u odiar por ej., ahí coincido con el señor Freud). Sin embargo hay momentos que el hombre deja de lado todos sus revestimientos culturales, sus ideales metafísicos y éticos, sus teorías sobre las costumbres y las buenas acciones, los dioses y las creencias.
El huevo de la serpiente está situada dentro de los primeros años de la Republica de Weimar, en 1923, narra la triste vida de dos individuos en un mundo destruido por la primera guerra, dentro de una Alemania en la que se avecinan nuevos tiempos de muerte. La historia parte cuando Abel Rosenberg llega a su pensión por la noche y se encuentra con su hermano Max muerto. Junto con la mujer de Max, Manuela, hacían un número de trapecio en un circo. Abel y Manuela empiezan a trabajar en una clínica que dirige Vergérus, un oscuro cientifico Aleman, sin saber ni imaginar sus verdaderos propositos... Abel en el archivo, Manuela en la lavandería. En los clasificadores del archivo hay testimonios de los experimentos con personas que lleva a cabo Vérgerus...
La lenta ascensión de los nazis, la gestación de un terror oculto, liderada por Hitler, se deja ver detrás de un delgado velo, en las miradas perdidas de los hombres y las mujeres. “Es como el huevo de la serpiente: bajo la fina y transparente membrana se puede advertir claramente un reptil ya perfectamente formado”.
Y esos individuos vuelven a esa primera capa natural y primigenia, a matar sin escrúpulos, a olvidar la moral que su misma cultura creó. Otra pesadilla. El salvajismo es predecible. Aniquilamiento, destrucción y muerte. La bondad en el hombre tiene su límite, y es el mismo hombre el que la está aplastando. La resistencia humana llega a su fin, los hombres toman sus armas y salen a matar. En 1939 llegó el terrible holocausto para cambiar el eje de la historia.
El hombre se ha tornado contradicción, científicamente su comportamiento es, en teoría, predecible. Pero desde una perspectiva lógica su comportamiento sigue siendo absurdo. El hombre se ha vuelto un gigante, que ve una flor pequeña y enternecido por su belleza intenta tomarla, destruyéndola... Así el hombre, con sus manos monstruosas, ahora maquínicas y repletas de extensiones tecnológicas, a tomado el alimento de la tierra, el agua y el aire, y también a intentado amar a otros hombres. Pero sus torpes y enormes manos revientan la fragilidad del mundo. ¿qué nos queda entonces? ¿Cómo guiar nuestros actos para no generar más caos? Dejaré abierta la pregunta, para intentar responderla con otro film


Microuniverso 1: Ingmar Bergman



Triste viajero, caballero cruzado en busca de aliento. Nos trajiste a nuestros ojos y a nuestros cuerpos parte de tu angustia existencial. Cuando llegó tu muerte el pasado año, el mismísimo día de la muerte de Antonioni, recuerdo que pensé en algo… Qué conociste al fin aquello que tanto cuestionaste y temiste, y que hablándonos de él y de lo que sentías paradójicamente te inmortalizó. A fin de cuentas todos están obligados a conocer el gran misterio, si se conoce la vida. Ese día me pregunté si te habrá echado una partida de ajedrez antes de llevarte...
Dios, el demonio, el pecado y la muerte. Un complejo y turbulento mundo interior te azotó, de mares y espejismos. Miedo a la vida por la muerte.
Miraré los fragmentos que dejaste desperdigados por el mundo, y ellos entrarán en mí de las más diversas formas, para luego expulsarlo en ideas con forma de palabras, para que entren en otros ojos y en otras mentes
Eres inmenso Bergman, no se si tengo derecho de hacer esto... Tan humano, tan vivo. Películas como las tuyas siento que salen de lo que es el cine, están en un olimpo donde lo bueno y lo malo no existe. Tus obras dejan de ser una mera sucesión de imágenes. Tienen una vida, una autonomía propia y elevada, un carácter sagrado e indefinible.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Un gran show... ¿Qué pasa en la Tierra que el cielo es cada vez más chico?

Maldita Teletón, maldita reclametón, circo para estupidos. ¿No sé dan cuenta que esa mierda de plata que reciben de las putas empresas es mera inversión? ¿Cambiaría en algo si la entrega de plata no fuera pública? La gente solo financia el evento, la gran publicidad, para que suban minas con piernas bien sanitas y cuerpos perfectos pa calentarlos y después niños con las suyas atrofiadas para provocar lástima. Más mierda televisiva. ¿Creen que esa plata significa algo para esas putas empresas? sí, significa rentabilidad, aumento de riqueza. ¿Es la única manera en ayudar a estos niños? ¿quitandoles su dignidad? Sería triste pensar que si, así que prefiero pensar que no. Aunque parezca increible en nuestro país hay 1.625.000 personas (el %10 de la población!!)con discapacidad en edad de trabajar, sin embargo existe, entre ellos, un 90% de cesantía, un 9% de trabajo informal (vendedores ambulantes o parte de su tiempo)y un 1% de trabajo formal (con contrato laboral). Todos hemos visto a esos vendedores ambulantes, es cosa de ir al centro santiaguino ¿pero cuantas veces hemos visto a discapacitados atendiendo en Ripley, McDonalds o LAN? ¿Y cuantos discapacitados trabajan en la tv? Lo mejor es comprar productos hipocritas que tengan el logo de la teletón.

"La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respetuo mutuo" Eduardo Galeano
Me gusta esa frase porque implica 2 actos espirituales distintos sobre una misma acción. Uno se rige por el ego y el otro por el altru (...ismos). Recuerdo que el tao me enseñó que los verdaderos hombres, los verdaderos líderes y los más sabios, pasan inadvertidos pues no buscan ser reconocidos. o la biblia, ayudar sin esperar ser recompenzados (no creo en dios pero si en algunas cosas que escribieron los hombres que escribieron en ese libro). Si uno esta bien con uno mismo no busca reconocimiento, pues uno ya se conoce y se quiere lo suficiente. Ama y entrega por el otro, no para satisfacer su ego deshecho. Es un asunto complejo porque parece simple.
Y parafraseando a Charly, mañana mejor volvamos a los mundos de cine...

miércoles, 26 de noviembre de 2008

TITULO 3 Los olvidados (1950) Luis Buñuel

La introducción de la película, con una voz en off me dijo:
“Las grandes ciudades modernas, Nueva York, París, Londres, esconden en sus magníficos edificios hogares de miseria que albergan los niños mal nutridos, sin higiene, sin escuela, semilleros de futuros delincuentes. La sociedad trata de corregir este mal, pero el éxito es muy limitado. Sólo en un futuro próximo podrán ser reivindicados los derechos del niño y del adolescente para que sean útiles a la sociedad. México, la gran ciudad moderna no es una excepción a esta regla universal, por eso esta película está basada en hechos reales. No es optimista y deja la solución del problema a las fuerzas progresistas de la sociedad”
Una gran tragedia universal, un drama social cotidiano. La pobreza, los círculos de violencia, la falta de amor, un lamento intenso que va desde el relato hasta la fotografía. Todo ello condensado en una pesadilla en la que cada segundo todo se vuelve más denso. Fatalidad, niños jugando a ser adultos, cigarros, provocaciones, demostrar quien es el más macho. Todo a causa del miedo y la inseguridad. Al parecer nada tiene intención, nadie es conciente de ningún acto
La historia se dispara luego de que un joven, el Jaibo, escapa de la escuela correccional. El Jaibo es una leyenda, no le tiene miedo a nada ni nadie. Es admirado por su pandilla, en su mayoría niños menores que él. La piedad no existe en ese mundo. El caos se engendra cuando el Jaibo mata en presencia de Pedro al muchacho que supuestamente tuvo la culpa de que lo enviaran a la correccional. A partir de allí, los destinos de Pedro y del Jaibo estarán fatalmente unidos. El Pedro es un niño de alma pura, que es presionado por las circunstancias y la falta de cariño a ser como el Jaibo, asesino de indefensos, ave carroñera.
Un lamento agónico que esconden las colosales ciudades modernas, repletas de seres olvidados. Ellos, los olvidados, son los seres marginados dentro de una sociedad individualista. El núcleo familiar desecho con una madre que no ama a su hijo. La otra búsqueda del amor maternal de parte del Jaibo que desemboca en la edípica seducción de la madre de Pedro (una de las escenas más provocadoras en posturas y miradas que he visto en mi vida). Un ciego abandonado lamentándose por un pasado que fue mejor, sin ser escuchado por nadie y burlado por todos. Un niño abandonado por su padre que prometió volver. La demencia de una sociedad que castiga a seres a los que ella misma impuso un destino, donde la única forma de sobrevivir es haciendo "el mal"
Es extraña la paradójica mezcla de neorrealismo y de surrealismo. El contexto general es expresado realistamente, mientras que el drama interno de Pedro es onírico, al más puro estilo Buñuel. El simbolismo de los huevos y la leche, símbolos de interacción entre la naturaleza y el hombre, la naturaleza comprensiva. El intercambio de leche y huevos entre los diferentes sexos, la materialidad expresada en ellos. Lo más puro que les queda, la fuente de la vida.
El asesinato de Julián presenciado por Pedro hace estallar su conciente y su inconsciente en remordimientos. Todo desemboca en deseo de muerte, matar por la espalda a un ser indefenso. La gallina, las aves, dadoras de vida, son cruelmente apaleadas hasta la muerte por la madre, desahogando su dolor, frente a los ojos de Pedro. Es la misma escena del asesinato. La misma escena se reitera nuevamente más tarde, como una espiral de pesadilla inevitable. Pero está vez cometida por él. Ahora él es el asesino de Julián, como en una pesadilla ahora él es el asesino de la gallina.
En “los olvidados” los malos mueren. Los buenos también... ¿no es absurdo? Sí, lo es. La vida es absurda, no es como suelen contarla las películas, el destino es mucho más incierto y azaroso. Los deseos, las búsquedas, las pasiones, lo encontrado y lo desencontrado, son los que mantienen a la vida. Es ilógico pensar en un karma, en un cielo y un infierno. La vida es aquí y ahora.
Lo peor de todo es que esta historia continua a diario más allá del cine, fuera de la pantalla es un drama real. Se puede decir que es de esos films que se sufren, pero no es así. Se sufre por el mundo, por lo que está allá afuera, no por la película.
Y ahora las perturbadoras imágenes del sueño de Pedro. Lo atractivo de los sueños es que condensan toda la interioridad de un personaje, y Buñuel si que sabe de sueños. Recordemos que el movimiento surrealista del cual fue parte nace de los cuestionamientos nacidos del psicoanálisis (eso más la destrucción nihilista del dadaísmo):